¿Qué le pasó a Ferrari en Gran Bretaña? #F1

La bofetada a Ferrari (y Vettel) que les devuelve a su cruda realidad

 

Ferrari llegaba optimista a un circuito donde se veían a la par de Mercedes, y además introduciendo mejoras en el motor. Pero todo fue adquiriendo tintes negros nada más pisar el asfalto: ya el viernes, Hamilton les metió un baño y en clasificación fue medio segundo más rápido, la mayor distancia de todo el año. Tenían que salvar la papeleta como sea, y decidieron hacerlo por la vía más arriesgada. Lo que no imaginaban es el enredo tan desastroso que acabarían creándose a ellos mismos.

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Vettel ya venía de una discreta clasificación donde le ganó Raikkonen, y una mala salida desencadenó el desastre: se enzarzó más de 10 vueltas con Verstappen luchando por el podio, perdió mucho tiempo y le acabó adelantando Bottas. Para colmo, Ferrari no podía ‘echarle un cable’ con una orden de equipo porque Raikkonen ya se le había escapado. Rodó 33 vueltas con las mismas ruedas, casi a la desesperada, y acabó con un pinchazo. Del 3º al 7º puesto y 19 puntos por la borda.

¿Qué necesidad tenía Ferrari de alargar tanto los neumáticos de Vettel? Con Mercedes fuera de órbita, tuvieron que dar la batalla con Verstappen, pero les salió torcido. Pirelli confirmó que estaban ya al límite de su vida útil, algo que induce el temor a que la Scuderia esté volviendo a aquellos vicios tan característicos del 2016, cuando cometían este tipo de errores intentando ganar a Mercedes a base de estrategias muy arriesgadas. En aquella época, es cierto que no tenían otra alternativa. Pero que lo empiecen a emular en 2017 no parece ni una casualidad… ni una señal alentadora. Con un coche algo mejor, podrían haberse ahorrado todo este ‘caos’.

“Ahora nos toca ser humildes y mejorar”

Lo cierto es que Ferrari no está ya tocada en el mundial por dos golpes de fortuna. De Azerbaiyán, Vettel salió hasta refozado pese a su golpe a Hamilton, que no arrasó aquel día porque se le soltó el reposacabezas. Y en Austria, el inglés tuvo una sanción que le comprometió la carrera. Pero fue justo en estas dos carreras cuando Mercedes solventó los problemas de su coche con los neumáticos (“la diva ya es menos diva”, que decía Wolff). Y en cuanto ha llegado ya un fin de semana ‘normal’, no han tenido rival. Basta con ver a Bottas, que salía 9º y acabó batiendo a los Ferrari.

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“Estamos listos para mejorar con humildad y determinación”, dijo Maurizio Arrivabene. Vettel enfatizaba luego que “en curvas vamos mejor que en rectas”, y con razón: la actualización del motor Ferrari fue de sólo 10 CV, mientras que Mercedes trajo mejoras al suyo que parecían funcionar a la perfección. Junto a un chasis ya afinado, el ‘sartenazo’ fue de libro. Y ahora sí, Ferrari necesita traducir en hechos las palabras de Arrivabene. Sólo así podrán ser vistos como candidatos reales al título, y no como una sombra de otros años llenos de palabrería fuera de la pista.

Ferrari necesita, ahora sí, al ‘mejor’ Vettel

El éxito de Ferrari dependerá de Vettel y cómo rinda en esta etapa clave. Y el gran peligro es que, cuando más le necesiten, no esté ahí para dar la talla. En Austria brilló como nadie, pero en Silverstone estuvo algo errático, no sólo batido por Raikkonen sino incapaz de deshacerse fácil de Verstappen y sin aguante a Bottas. Una de sus claves será no caer en la frustración y seguir librando la batalla con Hamilton como sea. Las efemérides demuestran, sin embargo, que todo dependerá de la confianza que tenga en el coche. Si va bien, será más que un candidato. Si no, el título será imposible.

¿Volverá el Vettel irritado del 2016? Es probable que no, pero Ferrari también deberá poner de su parte para no alentarle a partir de la siguiente cita de Hungría, que más que una carrera de F1 puede ser un auténtico combate de boxeo. Se juntan dos factores: es uno de los circuitos que mejor se adaptan al coche italiano, y además es un lugar donde Hamilton brilla todos los años. Para Ferrari, una prueba esencial sabiendo que a la vuelta del verano puede empezar a tener sanciones por exceder el límite de cinco motores. A Mercedes, mientras, se le acumulan las buenas noticias por todos los lados.

Entre Vettel y Hamilton sólo hay un punto de distancia, pero con dos tendencias marcadas: una al alza y otra en decadencia. Las cosas pueden cambiar rápido, pero si hace un mes le veían como ganador “seguro” y se marchó de Austria eufórico, Vettel estuvo a punto de irse vacío de Silverstone. Tan volátil y caprichoso es este Campeonato, que igual el destino le dió ese ínfimo punto de ventaja para disfrutarlo antes de que le arrase el ‘huracán’ Hamilton.

Vía Elconfidencial.com

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TOMADO DE f1enestadopuro.com
Articulo Original

Creador: mamenf1